Si estás considerando invertir en coaching, probablemente te has preguntado: “¿Cuánto me va a costar?” Y, más importante aún, ¿vale la pena el precio? Déjame desglosarlo para ti, pero antes, una pequeña advertencia: el coaching no es para todos. Es para quienes están dispuestos a desafiarse, a moverse del “no puedo” al “voy por más”. Si eso suena como tú, sigue leyendo.
El costo de una sesión de coaching varía dependiendo de varios factores: la experiencia del coach, su especialización, la ubicación y, claro, la calidad real del servicio. Aquí te doy un resumen:
Aquí es donde debes poner atención, porque no todos los coaches ofrecen lo mismo. Un buen coach no te vende una charla motivacional de Pinterest ni clichés reciclados. Lo que debería incluir una sesión de calidad es:
Mucha gente dice: “¡Eso es muy caro!” Pero, ¿sabes qué es realmente caro? Quedarte en el mismo lugar durante años porque no te atreviste a invertir en ti mismo. El coaching te ahorra tiempo, errores costosos y te acelera el camino hacia tus metas. ¿Cuánto pagarías por alcanzar un ingreso mayor, mejorar tu liderazgo o vivir con propósito?
No se trata solo del precio; se trata de valor. Antes de contratar, pregúntate:
En mi caso, cuando trabajo con clientes (sí, aquí viene un poco de autopromoción, pero honesta), no solo hablamos de tus metas, sino que desenterramos los bloqueos que ni siquiera sabías que tenías. ¿La meta? Transformarte en la versión más imparable de ti mismo.
El precio del coaching en EE. UU. puede parecer alto al principio, pero si eliges al coach adecuado, será una de las mejores inversiones de tu vida. No lo veas como un gasto; míralo como el empujón que necesitas para pasar de donde estás a donde quieres estar.
Y recuerda: el costo más alto siempre será quedarte donde estás.